jueves, 15 de mayo de 2008

¿Qué es ser maestro?

Creo yo que todos los que hemos sido maestros de corazón, hemos querido ver al mundo diferente. Hemos tratado de no notar, que la gente se menosprecia, y hacerlos valer; al mismo tiempo que tratamos de no ser objetivos al ver que no nos aman de ninguna forma…

Somos la peste en sus mundos tan “perfectos” de aburrimiento, pereza y ocio. Mientras nosotros nos mejoramos para darles un mejor ejemplo, ellos se empeoran por llevarnos la contraria. Su mundo está lleno de parásitos, ideas de baja estima y estupideces que les ha forjado la comunidad para moldearlos “a su imagen y semejanza”. Están tan felices que te preguntas: ¿Por qué hago esto? ¿es necesario? ¡Viven felices en su ignorancia, maldita sea! ¡Lo mejor de la fe, es que no tienes que ver para creer que es bueno! ¡Claro! Eso dirían algunos; pero jamás un maestro… Y ese es mi mayor problema… Quiero hacer sus vidas la mía, quiero que su crecimiento sea el mío. Siempre que estudio, siento que lo hago por ellos y ellos en mí…

Ser maestro más es una maldición que una bendición. Porque en lugar de disfrutar de la vida ciega, sufres por un mundo que llora en su secreto, con las cuencas sangrantes y vacías…

¡Dios! No soy solo un maestro de aula… ¡No soy un desgraciado deterioro de humano que se encierra para ganar sustento al enseñar! ¡ENSEÑO TODO EL TIEMPO! ¡TRATO DE DEMOSTRAR SABIDURÍA A TODOS! ¿Y de qué rayos sirve? Sólo encuentras menosprecio al intentar “meterte en su vida” y decirles: puedes hacerlo mejor, yo creo en ti. ¡¿A quién diablos le importa?! Si en realidad ellos no quieren hacerlo… ¿Por qué demonios me esfuerzo? El maestro no es maestro simplemente por el título o por enseñar, sino por ser atendido. Así como no se conocería de Dios si el no tuviese seguidores, así mismo un maestro no existe si no tiene a nadie que practique lo que predica…

Y finalmente, ¿Qué es un maestro?

Sencillamente es un ser acabado, un ente desechado; un ser humano vuelto despojo por la sociedad hambrienta de dinero más que de conocimiento… ¡Cuántas montañas de basura he aprendido! ¡Cuánto conocimiento sin sentido! ¡Cuántas horas pegado a mi humilde escritorio leyendo y pensando! Un maestro es un ser inexistente, un ser extinto en la idea de las personas, y vuelvo a compararme con Dios; por que, al igual que a Él, me ignoran a pesar que saben de mi existencia…

Carlos Cuervo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

"Pues en la mucha sabiduría hay mucho sufrimiento; y quien añade ciencia, añade dolor"
Eclesiastés 1:18

Si a Jesús lo rechazaron, qué esperamos nosotros. Lo ke keda es seguir adelante sin importar lo ke digan los otros, akaso nosotros vivimos de lo ke piensan las personas, si es cierto ke eso nos afecta, pero de eso no dependemos. Nosotros dependemos de lo ke piensa el Soberano acerca de nosotros.

Así como en Hebreos se dice de las grandes personalidades de la fe "Estos hombres, de los cuales el mundo no era digno" 11:38 (leer contexto), podemos tener la certeza de ke tampoco de nosotros es digno este mundo. Por eso pa lante, a contagiar a los ke se kieran dejar y a los ke no, pues ni modo.

Anónimo dijo...

Parece ser que encuentro cierta afinidad con el comentario de Daniel... solo tienes que mirarte a ti mismo, hay a quienes admiras, has tenido verdaderos maestros, nunca seran lo suficientemente buenos para tí pero por lo menos han podido retarte a vivir... no se trata de dejar huella en el mundo, tan solo importa dejar gran huella en tí. Siempre esperamos una recompensa, pero ¿de que nos ha de servir? Más vale continuar el camino, esforzándose cada día más, no por sorprender a los otros sino para cumplir con el deseo de nuestro Dios de llegar al conocimiento y entendimiento de su Deidad.